Leer y llorar

Hoy no voy a hacer una reseña ni una pauta ortográfica o gramática, sino más bien un pequeño análisis o crítica, o como lo queráis llamar. La cosa es que, en un periodo de tiempo corto, como dos meses, he tenido en mis manos dos libros, uno de ellos un cuento para niños, que terminé de leer a duras penas, y una novela un poco más larguita que no he terminado todavía. No porque no me guste, sino porque la cantidad descomunal de faltas en ambas obras es tal que la lectura se hace pesada.

Ser correctora de textos y encontrarte en el mercado una obra llena de erratas de todas las características: gramaticales, ortográficas y de estructura y cohesión, no es de buen gusto. ¿Por qué hay libros publicados con tantos descuidos en la escritura? Eso mismo me pregunto yo.

Si un escritor, ya sea novel o experimentado, quiere publicar su obra primero se dirigirá a una editorial que puede interesarse en su trabajo y publicarlo, o por el contrario, puede rechazarlo. Si ha sido rechazado, dicho autor irá en busca de una manera de llegar a su finalidad, y es que los lectores tengamos su libro en las manos. Desde hace un tiempo, todo vale. ¿Qué quiere decir esto? El polígrafo tiene la opción de autopublicarse, que, en este caso, será un trabajo mucho más costoso o puede buscar una editorial que se dedique a autoeditar a todos los escritores que tengan un manuscrito. ¿Qué pasa cuándo decides autopublicar un libro? Que tú eres el encargado de buscar a alguien que revise todas las posibles imperfecciones que tú mismo no puedes ver. ¿Y en el caso de autoeditarlo con una editorial? Aquí te aconsejan que mandes el original corregido, y sino te dan la opción de que un experto se encargue de ello. Aquí viene el problema. Y es que muchos de los autores se niegan a pagar para que su obra sea revisada y corregida, pero a la editorial parece darle igual. No pasan un filtro de corrección. Y eso es lo que me ha sucedido a mí. Me he visto con dos trabajos sin corregir.

¿Cuáles son las consecuencias a esa negación de la corrección? Hay un lenguaje que no es el correcto, por ejemplo, cuando leemos un cuento el léxico tiene que estar adaptado a los niños; una falta de coherencia, como en un mismo párrafo mezclar dos o tres tiempos verbales; no hay uniformidad; una carencia de sentido y por tanto el texto no adquiere claridad ni fluidez. Todo esto hace imposible una lectura amena, puesto que tienes que volver a leer cada error dos o tres veces para llegar a entender el objetivo del escritor.

Mi ojo corrector tiende a analizar todos los escritos, tanto libros como anuncios, blogs o simples comentarios en redes sociales. Siempre nos podemos equivocar pero hay errores imperdonables y es por eso que decidí empezar este blog y sacar de dudas muchas de las ambigüedades o las faltas más comunes entre todos.

Lo que me fastidia de verdad es que yo soy la primera que recomienda a sus alumnos que lean, lean y lean para cometer menos faltas de ortografía. Pero luego me encuentro con obras de estas características y me hacen dudar de todo.

Planteándome elaborar esta entrada me topé con un artículo de la página Palabras a medida, en el que se nos dan algunos consejos para mejorar nuestra redacción, y dependiendo de nuestra finalidad, si deberíamos contratar una corrección con un profesional. Pincha Palabras a medida para ir a la entrada.

Espero que no haya sido muy pesada esta entrada y que todos los que escribís os animéis a darle una oportunidad al corrector de textos profesional y a vuestras obras.

3 comentarios en “Leer y llorar

  1. Elizabeth Ross dijo:

    Muy cierto! Recuerdo la rabia que me dio gastarme el dinero en un libro autopublicado lleno de faltas de ortografía y con un estilo muy pobre. A pesar de que el tema parecía interesante (por eso lo compré) las dos cosas anteriores cambiaron por completo la sensación con la que me dejó el libro, quedando olvidado en una estantería.
    Lo peor? Ni siquiera era para mí, fue un regalo (con lo que aún encima quedé pésimamente).

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    • sinfaltasyaloloco dijo:

      Eso le pasó a la persona que me regaló la novela…después se sintió mal…pero no creo que sea su culpa. Aunque es más entendible que esté autopublicado por el mismo autor y con faltas que si está autoeditado por una editorial, a la que le da igual la calidad del texto, solo se centra en el número de publicaciones que saca. Es muy triste…

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