¿El águila o la agua?, ¿este acta o esta alma?, ¿Un área o alguna ave?

¡Qué preguntitas, eh! Pues hoy vengo con una entrada cortita pero jugosa…

Por si no lo habíais deducido por el título, hoy vamos a tratar el artículo masculino en sustantivos femeninos. Pero… ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿cómo? Sencillito:

Cuando tenemos un sustantivo (no un verbo ni un adjetivo ni un adverbio) femenino que empieza por a o ha debemos identificar si esa primera sílaba es la tónica, es decir, la que suena más fuerte que el resto, por ejemplo, ave. Si pronunciamos en voz alta esta palabra (ahora todos vocalizando la palabra ave) podemos ver cómo la letra a es más fuerte que la sílaba ve. ¿Me seguís todos?

Bien. Ahora que ya sabemos que esta palabra empieza por a o ha y encima es la sílaba fuerte, debemos saber que tenemos que utilizar el artículo masculino y no el femenino. Por ejemplo: el agua (la agua), el águila (la águila), el área (la área). Este tema se remonta a la fonética histórica. Sabemos que son formas femeninas pero necesitan el artículo masculino. Esto solo sucede con el singular, ya que el plural mantiene su forma femenina. Continuando con los ejemplos anteriores: las aguas, las águilas, las áreas.

¿Qué pasa si yo quiero utilizar estas palabras en diminutivo? La forma femenina no cambia, porque ahora ya no empieza por a o ha tónica, sino que la

sílaba tónica pasa a ser otra. Y lo ejemplifico así: la agüita, la aguililla, la hachita.

Cuando utilizamos otro, todo, demasiado, mucho, poco o los demostrativos tampoco varia su forma femenina. Por eso: Tengo mucha hambre, Hay demasiadas hadas en el bosque, Todas las aves vuelan por el cielo azul, Esta agua está sucia, son algunos ejemplos.

 

¿Cómo es correcto? ¿Un acta o una acta? ¿Ningún habla o ninguna habla? ¿Algún alma o alguna alma? Pues en este caso, con un, algún o ningún se aceptan ambas posibilidades, por tanto, las dos formas son correctas, aunque se prefiera el masculino.

Para terminar, solo quiero dejar claro que estas palabras no se convierten en masculinas, así los adjetivos y otros elementos que las acompañen concordarán con ellas en femenino. Mi amiga tiene el alma blanca. Además, si se intercala un adjetivo entre el artículo y el sustantivo, no cambia la forma, puesto que ya no es el sustantivo la palabra que precede al artículo. La verde área, en cambio, el área verde. ¿Veis la diferencia?

Cortita, cortita y además fácil. Hasta aquí la entrada de hoy. Sabéis que estoy abierta a cualquier sugerencia ortográfica, ortotipográfica, de reseñas, etc…